“Toda vida adquiere un precio y todo ser humano está sujeto al escrutinio de una persona que puede definir el valor que tiene su muerte”. Fernando Carrión Mena
Etimológicamente la palabra sicario tiene su origen en Roma (sicarium) y procede de la palabra sica, que es una daga afilada con filo curvo, pequeña y fácil de esconder bajo los pliegues de la túnica que se utilizaba para asesinar, por orden o por contrato, a los enemigos políticos del Estado Romano[1]. Así el sicario en los primeros momentos estuvo relacionado con la política. En la actualidad, un sicario es quien asesina por encargo a cambio de una compensación económica. En esta comercialización con la muerte entran en juego habitualmente cuatro personas: el contratante, el intermediario, el sicario y la víctima o víctimas.
El sicariato es un “fenómeno económico” en el que se mercantiliza la muerte e implica un sofisticado nivel de organización, premeditación, planificación así como contar con los recursos necesarios para perpetrar el crimen. Algunos elementos psicológicos que lo caracterizan son el desapego frente a la vida humana, una desconfianza generalizada, agresividad y resentimiento, deseo de ganar dinero de manera fácil y rápida, y una racionalización como mecanismo de defensa (Schelinger, 2001).
El sicariato:
- Es un acto criminal urbano.
- Se identifican dos tipos de sicario: El inmerso en la estructura del crimen organizado y el sicario autónomo.
- Se mueven en la clandestinidad, y no quieren que los demás conozcan su identidad. El anonimato es la clave de su éxito y de su impunidad.
- Se perpetra en un espacio geográfico que domina – previamente ha estudiado el lugar y los movimientos de su víctima- donde esta suele acudir y donde no puede protegerse. Por lo tanto la sorpresa y el conocimiento del escenario le otorgan ventaja sobre la víctima, al poder escapar con facilidad sin ser visto ni detenido.
- El sicario a través de sus crímenes retribuidos, desarrolla una imagen de ascenso, inclusión y reconocimiento social.
Entrevista a Jhon Jairo Velásquez «Popeye» sicario de Pablo Escobar
SUBTIPOS DE SICARIOS
Ostrosky (2011), distingue tres subtipos de sicario atendiendo a los patrones de conducta y a sus rasgos de personalidad:
A.- El sicario fracasado. Aquel que no consigue prosperar en una actividad convencional, al tener fuertes carencias tanto educativas como emocionales. Trabajar como sicario, es su oportunidad y su vía de escape para no ser un delincuente común que nadie tendrá en cuenta jamás.
B.- El sicario sádico. Mata sin compasión y disfruta provocando sufrimiento a su víctima. No siente culpa ni arrepentimiento y matar lo percibe como un simple trabajo.
C.- El sicario dependiente. Necesita asociarse con gente poderosa, peligrosa y armada para mostrarse como temible ante los demás. Ejercer de asesino a sueldo le confiere identidad.
EL SICARIO… ¿ES UN ASESINO EN SERIE?
Un asesino en serie es un hombre (o una mujer) que mata en la gran mayoría de las ocasiones en solitario y con intencionalidad homicida, a dos o más personas en momentos temporales diferentes y en lugares distintos. Entre un asesinato y el siguiente hay un periodo de inactividad en el que deja de matar, denominado periodo de enfriamiento emocional (cooling-off period). Hay varias víctimas, varias escenas del crimen y diferentes eventos temporales pero cada asesinato queda individualizado. Ellos matan mayoritariamente a mujeres; ellas a hombres, mujeres, ancianos y niños.
En mi libro Criminal-mente (Ariel 2018), dedico varios capítulos a los asesinos en serie, de modo que voy a tratar de argumentar porque considero que el sicario, no puede incluirse dentro de la definición “formal” de asesino en serie. Estos asesinan secuencialmente por una multiplicidad de impulsos psicológicos como el ansia de poder y control sobre las víctimas, la ira o la gratificación sexual Sin embargo el sicario es un sujeto especializado en dar muerte a otras personas con precisión, con una alta capacidad de matar, mucha sangre fría y sin ningún tipo de remordimiento o sentimiento de culpabilidad. Ellos (y ellas en mucho menor número) tienen el asesinato como oficio pudiendo destacar dos características fundamentales: la profesionalización del crimen y en consecuencia la obtención de una remuneración por quitar la vida a otras personas.
Joselyn Alejandra Niño, fue una sicaria del cartel de Las Flacas.
¿POR QUÉ NO SON ASESINOS EN SERIE?
Número de víctimas. Aunque coinciden con los asesinos en serie en que matan a más de dos personas, en eventos temporales diferentes, un sicario puede matar a más de una persona en un mismo acto criminal, de modo que en muchas ocasiones existen víctimas colaterales.
Periodo de enfriamiento. En el sicario este momento de inactividad criminal, no viene determinado por la satisfacción y la gratificación que ha obtenido con ese crimen (periodo de enfriamiento más largo) o por la frustración que le ha supuesto matar y no satisfacer así las necesidades que han surgido de sus fantasías (periodo de enfriamiento más corto). En este asesino profesional, este periodo viene determinado por la ley de la oferta y la demanda, no por sus fantasías, su necesidad de matar o su impulsividad. Un sicario estará inactivo, hasta que reciba una orden o reciba un encargo profesional, pero no saldrá por su cuenta a asesinar a una víctima, es decir no se trata de un periodo de enfriamiento subjetivo, ni se guía por su compulsión incontrolable.
Victimología. Asesina a las personas que elige quien les contrata. Un sicario no sale a cazar como hacen los asesinos en serie. No busca una víctima ideal que cumpla con los requisitos de sus fantasías, ni escoge a víctimas de oportunidad valorando la ubicación, la disponibilidad o la vulnerabilidad de la misma. Ellos reciben una orden, con un nombre y un apellido y matar a esa persona es su misión.
Motivación. Un sicario mata porque se les da una orden o porque se les contrata y lo hacen a cambio de dinero y en ocasiones por determinados tipos de bienes, pero no por satisfacer necesidades emocionales o psicológicas. La mente de la mayoría de los asesinos en serie, funciona de una manera muy compleja, de modo que la génesis criminal suele estar en las fantasías que comienzan a desarrollar en la infancia, actuando después por sus propios impulsos personalísimos e individualizadores. Así muchos matan movidos por sus fantasías, por su necesidad de control y poder sobre las víctimas, porque consideran que con la muerte de esas personas están cumpliendo una misión, o porque les excita matar. Sin embargo las motivaciones de un sicario son:
- La principal es la ganancia económica.
- Ascenso en la escala social.
- Necesidad de pertenecía al grupo (en el caso de la delincuencia organizada).
- Reconocimiento como individuo y reconocimiento de ser titular de un poder que no logra encontrar dentro de actividades legales.
Modus operandi. El sicario es un sujeto con una gran organización y planificación de sus crímenes. Se desplazará al lugar donde esté la víctima, habiendo realizado previamente un estudio del lugar así como de los hábitos de la víctima. En cuanto a la forma de matar, dependerá del país al que pertenezca el sicario, y en muchas ocasiones está sujeto a las peticiones de la persona que lo contrata. Además no siempre hay un contacto directo entre el sicario y su víctima, de modo que no tiene la necesidad que tiene el asesino en serie de matar con sus propias manos.
Lo cierto, es que la psicología de los asesinos a sueldo, aún está poco estudiada si lo comparamos con todas las investigaciones que existen en la actualidad respecto a otro tipo de asesinos. Matar a sangre fría para ganar dinero, no se puede entender recurriendo a los perfiles psicológicos de aquellos sujetos que matan bajo otro tipo de motivaciones.
BIBLIOGRAFÍA
- Abeijón, P. (2006). Sicarios, asesinos a sueldo. España: Arco press.
- Campos, A.T y Padrós, F. (2016). El sicariato: una perspectiva psicosocial del asesinato por encargo. Revista Electrónica de Psicología Iztacala. 19. 994-1013. Recuperado el 24 de septiembre de 2018: https://www.researchgate.net/publication/314183955_EL_SICARIATO_UNA_PERSPECTIVA_PSICOSOCIAL_DEL_ASESINATO_POR_ENCARGO
- Ostrosky, F. (2011). Mentes asesinas: la violencia en tu cerebro. México: Editorial Quinto Sol.
- Scheslinger, L. (2001). The contract murder: patterns, characteristics and Dynamics. Journal of Forensic Sciences, 46 (5), 1119-1123. Recuperado el 24 de septiembre de http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11569552
- Wilson, D y Rahman, M. (2015). Becoming a hitman. The Howard Journal 54 (3) 250-264. https://doi.org/10.1111/hojo.12126
[1] Debido al gran número de asesinatos se regulo penalmente de modo expreso, por la particular crueldad con la que actuaban estos sujetos mediante la Lex Cornelia de Sicariis et Veneficiis en el año 81 a.C.
Paz Velasco de la Fuente – criminal-mente 2018
Magnifico artículo, documentado y bien detallado, digno de una gran estuiosa y profesional