La sangre no queda nunca sin vengar”. Artículo 128, Kanun de Lek Dukagjini
En la actualidad, el homicidio está considerado la manifestación más violenta del comportamiento criminal siendo castigado en todas las sociedades. En algunos países, tal conducta supone ser sentenciado con las penas más graves: la privación perpetua de la libertad o la pena de muerte. Históricamente, en el derecho penal primitivo, ante un delito de este tipo, el castigo quedaba en manos privadas, de modo que la familia de la víctima o los allegados, tenían derecho a vengarse y resarcirse con la vida del criminal, en compensación por la vida arrebata a la víctima. Esto más que justicia, era una retribución que compensaba una muerte.
Todos hemos oído hablar de La ley del Talión, que hoy podemos considerarla salvaje, inhumana e injusta. Pero lo que hizo realmente fue reducir la venganza privada a cuantías proporcionales: solo se podía exigir una vida a cambio de una vida. No se podía exigir más. Las primeras formulaciones de esta ley quedaron registradas en el Código de Hammurabi (1760 a.C) que estableció una proporción entre el daño que se había sufrido y la pena que se debía aplicar. Después en Roma, dicha ley quedo reflejada en Las Leyes de las XII tablas (450 a.C), desapareciendo completamente con el Derecho Romano. Hoy lo vemos lejano, historia pasada. Negamos de modo categórico, que la máxima “ojo por ojo, diente por diente” sea una solución que en momentos pretéritos se consideró justicia.
Pero existe un lugar, donde una norma medieval consuetudinaria y transmitida oralmente de generación en generación, no solo está vigente, sino que se considera absolutamente legítima. Un código de sangre, que se respeta y se cumple. Que justifica el homicidio, pudiendo convertir al homicida en un héroe. Si te aplican este código, es como estar muerto aunque sigas respirando.
En la actualidad, en el norte de Albania y Kosovo, la familia de un hombre que haya sido asesinado tiene derecho a vengarse. Pueden vengar su honor, matando a un varón de la familia del asesino, lo que implica que sean muchos los hombres que viven encerrados… para siempre. Se entierran en vida, porque nunca más podrán salir a la calle, no podrán trabajar, ni relacionarse con nadie. Si quieren seguir viviendo, solo tienen una salida: hacerlo entre cuatro paredes hasta el fin de sus días. Porque esta deuda de sangre, puede cobrarse de inmediato, o pasados muchísimos años, de modo que ningún varón está a salvo, ni el presente ni en el futuro.
Esto es lo que impone el Código Kanun, un código medieval de origen turco del siglo XV, que recoge valores de la cultura albanesa y regula aspectos como la religión, el trabajo, la familia o la propiedad privada. Está compuesto por 12 libros y 1263 parágrafos o artículos y hoy, la única parte del Código Kanun que se sigue aplicando, es la relativa a la venganza de sangre. La deuda de sangre, antes se aplicaba en más situaciones: cuando una mujer era violada o cuando un huésped era asesinado en tu propia casa.
Fuente de la imagen: https://www.aljazeera.com/indepth/features/2016/03/albania-dark-shadow-tradition-blood-feuds-160318033023140.html
El artículo 128 acepta la legitimidad de tomarse la justicia por su mano, homicidios en nombre de una ley que obligan a más de 300 familias a no volver a salir de sus casas, si quieren seguir con vida. Porque el único lugar que este código considera inviolable, es el domicilio, el cual se convierte en una cárcel privada donde han de cumplir una condena perpetua. El artículo 125 del Kanun establece que todos los hombres de la familia de un asesino (bebes y niños incluidos) pueden ser objeto de esta venganza de sangre. Y esta deuda continúa vigente hasta que se comete el crimen, la familia de la víctima perdona a los hombres de la familia del asesino o bien se celebra una ceremonia de reconciliación.
“Enviar un mediador y pedir la tregua es un derecho”. Articulo 122 Kanun de Lek Dukagjini
Es en la cuidad de Shkoder, donde el Kanun tiene más influencia. Los 26 varones que forman parte del Klan Kola, están condenados a vivir recluidos, ya que cualquiera de ellos corre el riesgo de ser asesinado si ponen un pie fuera de su casa. Porque, otra familia tiene derecho a hacerlo, para vengarse considerándose un acto de honor. Todos los varones están marcados con el halo de la muerte. Es un feudo de sangre que no tiene fin. Los niños no pueden ir al colegio. No pueden salir a jugar. No tienen infancia, viven marcados por esa deuda lo que según Vera Kopsaj, genera en ellos un odio soñando con ser mayores de edad, para ser ellos los que maten.
Fuente de la imagen: https://www.playgroundmag.net/studio/historias/albania-venganza-ojo_22679745.html
En 2010 el relator de Naciones Unidas, Philip Ashton , advirtió de la persistencia de este tipo de homicidio entre familias y de cómo muchas se aíslan de modo voluntario para evitar ser asesinadas. Lo cierto es que las deudas de sangre, no son justas. No son ni siquiera venganzas de honor. Son crímenes que solo generan ignorancia, odio y mucha violencia. En el norte de Albania, la enemistad y el odio son un factor criminógeno que posiblemente afecte de un modo significativo a la tasa de criminalidad de ese país.
BIBLIOGRAFÍA
Cara, A. y Margjeka, M. (2015). Kanun of Leke Dukagjini Customary Law of Northern Albania. European Scientific Journal, Vol. 11, nº 28.
Kopsaj, V. (2016). Blood Feud and its Impacto n the Albanian Criminality. Mediterranean Journal Of Social Sciencies. Volumen 7, nº 3.
WEBGRAFÍA
http://archivodeinalbis.blogspot.com/2017/11/la-venganza-de-sangre-segun-el-kanun-de.html
https://www.aljazeera.com/indepth/features/2016/03/albania-dark-shadow-tradition-blood-feuds-160318033023140.html
https://elpais.com/internacional/2012/10/19/actualidad/1350669077_773761.html
MAGNÍFICO tu artículo, para variar.
ESPELUZNANTE que en el s.XXI tengamos que soportar en Europa normativas medievales del sXV.
Como sigamos así, los golpistas catalanes -por aquello de recuperar su kultura-, se me ponen de nuevo subastar publlles en la Plaça dels Co-Princps, de Andorra la Vella
Saludos
DP: genial idea la de PostCast
Siempre conviene recordar de vez en cuando cosillas como la historia detrás de la ley del Talión. Por lo demás desconocía todo lo relacionado con el Código Kanun y ha sido muy interesante descubrirlo a través de tus letras. Saludos.