Hoy, tenemos firma invitada: Alba R. Prieto.
Psicóloga forense. Gran amante de los libros, la novela negra, lo nórdico y el true crime. Miembro de la web de crítica literaria negraymortal.com y de la Asociación Cultural que lleva el mismo nombre.
‘La Dalia Negra’ es la novela que inicia el llamado primer Cuarteto de los Ángeles, una tetralogía del escritor estadounidense James Ellroy cuyos títulos posteriores son: ‘El gran desierto’, ‘Jazz blanco’ y ‘L.A. Confidential’.
Pero para poder hablar de este gran clásico, basado en el caso real que lleva el mismo nombre, necesito ir a la fuente, al verdadero hecho, antes de exponer mi opinión sobre el mismo suceso, pero novelado, y más cuando el propio autor te expone lo que hace con las crónicas: “yo distorsiono, reviso, reimagino y saqueo la historia y la vuelvo a recomponer como una pintura a gran escala”.
Los hechos
El 15 de enero de 1947 en un lúgubre solar del distrito de Leimert Park, al sur de Los Ángeles, en la calle Treinta y nueve con Norton, fue hallado el cadáver de una mujer joven. Su cuerpo, totalmente desnudo, había sufrido una hemicorporectomía, es decir, estaba seccionado en dos a la altura de la espina lumbar. Mutilado, presentaba evidentes signos de tortura y hematomas por todo el cuerpo.
En su interior no había órganos, y su boca rajada se extendía de oreja a oreja mostrando una sonrisa grotesca conocida como la sonrisa de Glasgow, la misma que podemos ver estos días en la gran pantalla en el rostro de Joker.
Pero lo que más llamó la atención al Departamento de Policía de Los Ángeles fue que en su cuerpo no había ni una gota de sangre y su cabellera negra estaba completamente limpia, como si le hubieran lavado el pelo. ¿Quién era capaz de detenerse a limpiarla después de dejar tras de sí tanta atrocidad?
Fuente de la imagen: https://www.thevintagenews.com/2017/12/23/black-dahlia/
Dado el extremo sadismo y ensañamiento del caso, así como la naturaleza misógina del mismo, su asesinato se convirtió en uno de los más dantescos de la historia de América. La escena del crimen resultaba tan macabra que para los periodistas adquirió la fama de una jugosa crónica negra; no así para los policías, que vieron cómo el caso se convertía en su obsesión durante años, persiguiendo a un fantasma por las calles de un glamuroso Hollywood, pero también por sus bajos fondos.
La joven, una muchacha aspirante a actriz, contaba solo con 22 años cuando su vida se extinguió. La búsqueda del famoso “sueño americano” llegaba a su fin. Su nombre era Elizabeth «Beth» Short, pero sería conocida por toda la sociedad y pasaría a los anales de la historia con el sobrenombre de la Dalia Negra. Este apodo surgió aquellos días a raíz de la proyección en cines de la película “La dalia azul”. El cambio de adjetivo era debido a que Beth siempre vestía de negro.
La ironía del destino hizo que, aunque ella nunca pudiera alcanzar la fama que tanto deseaba, su historia se convertiría en un trampolín lucrativo para escritores, directores y guionistas. La industria hollywoodiense comenzaba así su eterno: Luces, cámara y acción que casi 70 años después y con el caso sin resolver, todavía sigue engrosando las cuentas bancarias de las grandes compañías cinematográficas.
Lo que la Dalia se llevó
Lee Blanchard y Bucky Bleichert, el héroe y el delator, el Señor Fuego y el Señor Hielo, el tipo duro y el tipo blando. Dos boxeadores y policías del Departamento de Policía de Los Ángeles. Dos titanes que nunca se enfrentaron juntos en el ring. Hasta aquel día que marcaría el inicio de una relación demasiado intensa de sobrellevar y que acabó enturbiada por ese torpe y sinuoso camino hacia la Dalia. El boxeo era considerado en esa época una subida hacia el ascenso. Si conseguías entretener a las altas esferas, entonces, aún magullado y con los dientes hechos trizas, podías aspirar a algo más que a patrullar los bajos fondos de la ciudad. La gente quería más y el poder político jugaba, en este caso, un papel fundamental.
Kay Lake es la protagonista femenina en esta historia, convirtiéndose en la tercera pieza clave de una especie de tríada junto a Lee y Bucky. Una mujer fuerte en contraposición con la debilidad masculina de los personajes de Ellroy.
‘La Dalia Negra’ nos muestra como un simple asesinato —por llamarlo de alguna manera— es capaz de destruir y corromper las relaciones humanas y la sociedad de esa época. Como la lucha por descubrir quién estuvo detrás de su muerte, en la ficción, hizo de esa búsqueda una obsesión para nuestros protagonistas masculinos, llegando a convertir sus sueños en pesadillas y sus vidas en un infierno del que solo la muerte les permitía escapar. Dinero, sexo y sobornos fueron los símbolos que marcaron los hechos y todo a su alrededor, en una época de vicios y miseria humana, donde la política y la corrupción iban de la mano.
“Betty la camaleónica, que se transformaría en cualquiera para complacer a quien fuera. (…) la persona que había trastornado casi todas las vidas cercanas a la mía, el acertijo humano del cual tenía que saberlo todo”.
No hay cabida para el amor romántico en la novela pese a las relaciones sentimentales que la rodean. Tampoco dulzura. Únicamente crueldad humana, psicopatología mental y personajes desquiciados que intentan salvarse de las consecuencias de sus actos.
James Ellroy
Lee Earle Ellroy, conocido como James Ellroy y autoapodado «el perro diabólico de la novela americana», es y ha sido considerado por muchos un gran maestro de la pluma estadounidense. Apasionado de la II Guerra Mundial y de la década de los 70, anclado en ella y de la que no le gusta salir, posee la capacidad de retratar como nadie el ambiente hostil y amargado de la sociedad hollywoodiense de la posguerra. Algunos de sus seguidores y críticos literarios lo consideran el mejor escritor americano vivo. Alejado de las tecnologías y recluído en una habitación oscura, se sirve de contratistas para hacerse con las historias reales que luego él extrapola y reescribe, en ambientes de aguas movedizas.
Megalómano de bajos fondos, maldito de la novela negra, sus influencias han sido la novela policíaca y el asesinato no resuelto y archivado de su madre Geneva Odelia Hilliker cuando Ellroy tenía apenas 10 años de edad. Este suceso, del que nunca habla en público, sería el germen que marcaría toda su trayectoria literaria. Su muerte pasó sin pena ni gloria a engrosar la lista de casos sin resolver y sin importar, a diferencia de la cobertura mediática que se le dio a Elisabeth. Él metamorfosea a ambas mujeres para crear el personaje de ficción. Su propia Dalia.
Su obsesión por descubrir quién asesinó a su madre le llevaría a escribir, tras la publicación del último libro del primer Cuarteto de los Ángeles, ‘Mis rincones oscuros’, su obra más íntima, personal y desgarradora, basada en su propia investigación y en la de los detectives contratados para intentar dar luz a la oscuridad que James lleva consigo desde la muerte de Geneva.
La escritura fue su catalizador y la que le permitió salir de sus propios bajos fondos personales y su vida de miseria. En ella no hay una línea sin importancia y sus novelas son tan exigentes para los lectores, como lo es para él mismo escribirlas. Ellroy es la historia, porque vive en ella.
El monstruo de la no ficción
Desde un tiempo a esta parte, la mayoría de las novelas que leo y reseño en la web negraymortal.com son obras conocidas como True Crime. Mezclar una novela cuya base es un hecho real pero donde el autor crea una historia que envuelve ese crimen, manipula la escena, el ambiente y le dota de trama, es algo más difícil de disgregar que si fuera simple ficción o puro realismo. Más de una vez tuve que documentarme debido a la curiosidad imperante de saber si eso que Ellroy deja entrever entre sus páginas es verdad o producto de su narrativa inventada. Descubrir dónde pone el límite verídico y dónde la ficción era mi talón de Aquiles.
Hoy creo firmemente que ‘La Dalia Negra’, tanto el libro como el caso real, se pueden analizar o tomar como ejemplo de una crítica social a ese mundo de flashes, luces y bastidores tan soñado por muchas jóvenes aspirantes a actriz, que, buscando el sueño americano, se dan cuenta de que la realidad es más cruel y dura de lo que ese sueño esconde bajo la almohada.
La obra literaria de ‘La Dalia Negra’ concluye con un final. Hoy en día, el caso real sigue siendo un enigma.
Alba R. Prieto
https://www.safecreative.org/work/1912202718661-la-dalia-negra-criminalmente-alba-r-prieto
Pues buen ataque al misterio!
Excelente…gracias por este gran aporte a la ciencia.