“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir a uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger –médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón-, prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”
Jhon B. Watson, psicólogo conductista, 1920.
Desde los orígenes de la humanidad, el hombre ha asesinado por muy diversas razones: odio, venganza, territorio, poder, ideología o simplemente por placer. En tiempos de las Cruzadas, apareció en Irán una secta minoritaria que era temida tanto por los cristianos como por los propios musulmanes. Contrariamente a lo que se cree no surgieron para expulsar a los cruzados de Tierra Sienta, sino para combatir a otros musulmanes. Su misión: el asesinato selectivo de políticos, militares y reyes, misión que ejecutaban con perfección y sangre fría, para poder entrar en el paraíso. Esta era su motivación.
La palabra asesino, proviene del árabe hassassin cuyo significado (aún hoy en día discutido) es “bebedores o fumadores de hachís”. Bajo este nombre se conoció entre los siglos VIII-XV a los miembros pertenecientes a una secta militar y religiosa chiita (los nizaríes) que surgió en Medio Oriente. Hay muchas crónicas que recogen que los nizaríes eran adictos al hachís, pero por lo que los hassassin han pasado a la historia es por la actividad que llevaban a cabo: acabar con la vida de reyes, miembros religiosos, militares y políticos relevantes de la sociedad. El término hassassin comenzó a popularizarse entre sus enemigos o detractores como sinónimo de quitar la vida a otra persona, pero específicamente a personas importantes e ilustres. Hoy en día las palabras asesino, asesinar y asesinato se aplican a aquel sujeto que comete un acto mediante el cual quita la vida a alguien, sin importar la relevancia de la víctima. Cuando la palabra llegó a Europa, se fue adaptando a las diferentes lenguas que había en el continente: assassins (inglés), assassin (francés), assassinen (alemán), assassino (italiano y portugués), assassinus (latín) y asesino en español (artículo 139 Código Penal).
Hassan al-Sabbah, fue el fundador de una organización religiosa y militar conocidos como nizaríes. Las diferentes crónicas históricas cuentan que cerca del mar Caspio en la cima de una montaña estaba la fortaleza de ALAMUT donde se asentaba el grupo islámico conocidos como los hassassins y aún hoy se discute si dicho termino significa consumidores o bebedores de hachís o si por el contrario simplemente significa seguidores de Hassan, líder de esta secta. Realmente no está probado que consumieran hachís. Más bien es de suponer que la forma serena e impasible con que estos adeptos cometían sus asesinatos llevara a los cruzados a creer que actuaban bajo el influjo de dicha droga. Hassan creía firmemente en la influencia sobre la mente humana y consideraba que esta era fácilmente manipulable si se seguían los pasos y las pautas adecuadas, de modo que aplicó estas creencias para así conseguir llevar a cabo la sumisión y fe de todos los miembros de su secta a través del uso de la religión. Según cuenta la leyenda era el consumo de hachís el que ayudaba a Hassan a modificar la conductas de sus seguidores o adeptos.
Hassan al-Sabbah comenzó el reclutamiento de jóvenes ismaelitas y chiitas islámicos, muchos de ellos huérfanos. Tras la captación del nuevo miembro este era drogado despertando en los jardines de la fortaleza de Alamut, creyéndose que se encontraba en el paraíso rodeado de fuentes, jóvenes vírgenes bellísimas y complaciente y animales exóticos. Después era de nuevo drogado despertando en su habitación. Al despertar del efecto de la droga, creía que realmente había viajado al paraíso y le decían que era lo que le esperaba si luchaba y moría por Alá y su causa. Con este procedimiento Hassan al-Sabbah se ganó la lealtad e inculcó la fe en cientos de fanáticos, naciendo así el grupo de los hassassin.
ADOCTRINAMIENTO Y MODUS OPERANDI DE LOS HASSASSIN
- Los futuros asesinos recibían en los fortines de Alamut no solo un duro entrenamiento físico, convirtiéndolos así en asesinos letales sino un fuerte adoctrinamiento religioso que se ha comparado con el moderno “lavado de cerebro”.
- Recibían clases de todo tipo de materias que pudieran serles útiles para su cometido, aprendían varios idiomas, el modo de vestir y las maneras de actuar de comerciantes, monjes y soldados y aprendían a adoptar las costumbres de cualquier lugar. Les enseñaban a hacerse pasar por creyentes y practicantes de diferentes religiones, de modo que un hassassin podía adoptar la identidad de cualquier persona con éxito (un comerciante, un cristiano o un soldado sarraceno).
- Iban disfrazados de ascetas o comerciantes y transitaban por la ciudad del sujeto elegido estudiando sus costumbres, sus rutas y sus hábitos diarios. Eran pacientes y minuciosos y podían perseguir a su víctima durante mucho tiempo, ya que el objetivo era claro: acabar con su vida para poder entrar en el paraíso.
- Eran guerreros fríos, calculadores y muy meticulosos y su total desprecio por la vida les convertía en armas letales. Asesinaban frecuentemente a una sola persona, sin causar daños colaterales o herir a víctimas inocentes. No atacaban sin más, sino que esperaban a que su líder se lo dijera.
- Solían utilizar dagas y puñales razón por la cual mataban a corta distancia, siendo muy perfeccionistas de modo que no se arriesgaban a utilizar veneno u otra arma porque querían asegurarse de que su víctima moría.
- Las misiones ordenadas por Hassan se realizaban en público y a plena luz del día, ya que al disponer de testigos sus asesinatos resultaban aleccionadores. Su intención no era solo acabar con sus enemigos, sino extender el terror: sus rivales eran conscientes de que ellos mismos podían ser asesinados en cualquier momento. El asesino corría más riesgo de ser capturado y ejecutado, pero entendía que su misión valía más que su propia vida.
- Su entereza, precisión y capacidad para aniquilar a otros sujetos hizo pensar que antes de ejecutar cualquier misión consumían hachís, lo que les daba la sensación de poder e imbatibilidad y creaba una enervante sensación garantizando así un resultado eficiente a costa incluso de su propia vida. El resultado final era un nuevo Fidai (ángeles destructores o autosacrificados), un “asesino” perfecto. Vestían túnicas blancas con fajines y turbantes rojos colores que representaban la sangre y la inocencia.
Hassan al-Sabbah y su “secta de asesinos” crearon un invisible imperio del terror que se extendió desde el mar Caspio a Egipto. Utilizó sofisticadas técnicas de lavado de cerebro y los hassassin terminaron sirviendo de patrón y modelo de numerosos sociedades secretas de occidente, servicios de inteligencia y grupos terroristas. Hassan demostró su modernidad criminal en muchos aspectos, como el manejo de la información privilegiada o el uso de “células durmientes” que eran aquellos sujetos que se infiltraban entre el enemigo permaneciendo inactivos durante mucho tiempo, incluso años, hasta que llegaba el momento de cometer el asesinato.
¿Podría esta secta de hace más de mil años, ser un precedente para intentar comprender el terrorismo suicida islámico que tanto inquieta a occidente en la actualidad? Si miramos atrás, creo que la historia tiene mucho que enseñarnos en la guerra contra el terrorismo que actualmente está hiriendo al mundo. Actualmente hay algunos grupos que persuaden a sus miembros para que sacrifiquen sus vidas con la promesa del paraíso. Quizás, solo quizás los hassassin del siglo XI han servido como modelo para levantar en la actualidad un nuevo reino del terror ante el cual todos estamos a la expectativa.
BIBLIOGRAFÍA:
- Burman, E. Los asesinos. 1988. Barcelona. Ediciones Martínez Roca. Pp. 55 a 62.
- Corominas, J. Breve diccionario etimológico de la lengua española. 1987. Madrid, Gredos. Página 67.
- Tubau, D. La verdadera historia de las sociedades secretas. 2008. Editorial Alba. Capítulo Los asesinos (e-book). ISBN 9788484284246
- https://www.youtube.com/watch?v=W-PyTQrSNgc. Documental sobre los hassassin.
Estas confundiendo las cosas ellos eran asesinos profesionales, como la cia, mossad etc. Los terroristas son muchas veces fanaticos religiosos, no solo musulmanes, también hay cristianos, católicos y judios..