“Es un mundo podrido porque permite que los jóvenes golpeen a los viejos como vosotros habéis hecho, y ya no hay ley ni orden. Ya no es un mundo para un viejo ¿Qué clase de mundo es éste? Hombres en la Luna y hombres que giran alrededor de la Tierra como mariposas alrededor de una lámpara, y ya no importan la ley y el orden en la Tierra.”
Alex DeLonge.
La naranja mecánica. Anthony Burguess (1962).
Hollywood, las series de televisión y la novela negra son el origen de dos términos que están arraigados en nuestra conciencia colectiva: sociopatía y psicopatía, dos etiquetas culturales aplicadas al diagnóstico del Trastorno de la personalidad antisocial[1] (TPA), puesto que en el DSM-5 no se distingue al sociópata del psicópata.
Vamos a partir de dos premisas fundamentales:
En primer lugar si bien es cierto que sociópatas y psicópatas comparten patrones de conducta muy similares – de ahí que en infinidad de ocasiones se confundan ambos términos – se trata de dos personalidades antisociales diferentes (Hare y Babiek, 2006). La psicopatía es el más común de los dos términos (semanticamente hablando) y tiene una definición mucho más específica, hecho que ya la diferencia de la sociopatía.
No todas las personas que tienen un TPA son violentas, ya que la violencia no es un elemento necesario para diagnosticar un trastorno de personalidad antisocial, pero sí que está presente con frecuencia. Además debemos romper ya el tópico erróneo de que todos los psicópatas y sociópatas son asesinos en serie y criminales crueles. Se tiende a designar como psicópata a aquellos sujetos cuyos crímenes son especialmente crueles e inhumanos, pero también hay psicópatas que visten trajes caros y usan corbatas de seda, que no han asesinado jamás a nadie, aunque sí llevan a cabo otro tipo de conductas tipificadas como delito. Lo cierto es que muchos de estos sociópatas y psicópatas, jamás llegan a cometer un crimen, pero sus conductas pueden perjudicar gravemente la vida, y los derechos de los demás. Pero ojo, tampoco nos vayamos al extremo opuesto y pensemos que toda persona “mala”, egoísta y mentirosa tiene un TPA.
Las personalidades antisociales se caracterizan por una predisposición persistente a la conducta antisocial, y el grupo más numeroso está compuesto por los denominados sociópatas. De todos los trastornos de la personalidad, el Trastorno de la personalidad antisocial[2] es el que está más estrechamente vinculado a conductas criminales.
Patrón dominante de inatención y vulneración de los derechos de los demás que se produce desde los 15 años y que se manifiesta por tres (o más) de los hechos siguientes:
- Incumplimiento de las normas sociales respecto a los comportamientos legales. Es decir fracaso para adaptarse a las normas sociales.
- Engañar, mentir y estafar a otros para beneficio propio o simplemente por placer.
- Impulsividad y fracaso para planificar el futuro.
- Irritabilidad y agresividad, incluyendo peleas físicas repetidas o agresiones.
- Desatención imprudente hacia la seguridad propia y de otros.
- Irresponsabilidad persistente, indicada en la incapacidad de mantener un trabajo estable o hacerse cargo de obligaciones económicas.
- La falta de remordimientos e indiferencia hacia los sentimientos de los demás.
La sociopatía y la psicopatía comparten uno de los rasgos más importantes del TPA: la falta de empatía. Uno de los factores que nos permite evitar el crimen depredatorio es nuestra inclinación a identificarnos con los demás, con su dolor o su sufrimiento. Estos sujetos son incapaces de sensibilizarse ante estas circunstancias, incapaces de tener piedad o compasión lo que les convierte en auténticos depredadores. Los psicópatas ven a los demás como objetos, como piezas de ajedrez que mueven a su antojo para ganar su partida. Sin embargo, aunque ambos son capaces de cometer crímenes horrendos, es menos probable que un sociópata los cometa contra alguien con quien comparte un vínculo o un “círculo de empatía”.
Considero que para entender las diferencias que existen entre un sociópata y un psicópata debemos partir de la principal: la que radica en el origen de ese patrón de comportamiento. La psicopatía es una condición que se manifiesta a nivel de anomalías neurológicas[3] de modo que su cerebro no es igual al de una persona normal. Los sociópatas son el resultado de una lesión cerebral o de factores sociológicos negativos como la negligencia de los padres, erróneos sistemas de creencia o de educación o amigos delincuentes.
Phineas Gage, sufrió un accidente en el trabajo. Una barra de metal de un metro de longitud y unos tres centímetros de diámetro atravesó su cráneo, específicamente los lóbulos frontales. Poco a poco se fue recuperando de la herida, pero era otro Phineas Gage. Las personas que lo conocían fueron testigos de cómo su temperamento y su conducta habían cambiado… para mal. Tenía comportamientos más violentos, mal genio, se irritaba fácilmente, empezó a beber, discutía por cualquier tontería, se peleaba con frecuencia; comportamientos que en ningún momento de su vida había tenido.
La mayoría de investigadores y expertos en la actualidad defienden que la psicopatía y la sociopatía son el resultado de una interacción entre la predisposición genética (factores biológicos), los factores ambientales y sociales y los factores psicológicos, de modo que las causas de ambas personalidades están basadas en un modelo biopsicosocial. Un solo factor no es el responsable, sino más bien la relación entrelazada de esos factores.
Muchos investigadores tienden a creer que la sociopatía es el resultado de factores ambientales como la crianza de un niño en una familia negativa donde éste es víctima de abusos físicos, psíquicos y emocionales. Al hablar de sociópatas nos referimos por lo tanto a aquellas personas cuya falta de socialización es fundamentalmente atribuible (como causa proximal) a la negligencia o incompetencia paterna, mientras que los psicópatas son aquellos sujetos cuyo comportamiento antisocial es debido primordialmente a sus características biológicas cuasi innatas.
Según Vicente Garrido, los sociópatas tienen una biografía en la que han sufrido maltratos o abusos sexuales creciendo desde niños en contextos subculturales muy violentos. El énfasis lo pone en el ambiente de modo que la sociopatía es una “psicopatía adquirida por culpa de factores ambientales muy intensos que marcan la época más vulnerable del desarrollo del niño”[4].
Los sociópatas y los psicópatas no reaccionan ante determinadas situaciones del mismo modo que la mayoría de las personas, tienen un sentido muy débil de lo que está bien y mal y no comprenden porque ciertos comportamientos como mentir o engañar están mal.
RASGOS DEL PSICÓPATA:
- Predisposición biológica a la crueldad de modo que el ambiente donde crece es un factor esencial para poder limitar o desarrollar ese impulso primario.
- Ausencia total de empatía, remordimientos y sentimientos de culpa. Deficiencias del cerebro emocional.
- Las relaciones que crean con los demás son artificiales, superficiales y vacías, sin verdaderos apegos emocionales. Observan a los demás, descifran sus señales e imitan emociones que no siente. Son incapaces de reír, llorar o amar de verdad, pero si pueden fingir emoción, remordimiento o amor. No siente lo que hace, ni lo que dice. Como dice el Dr. Hugo Marietan, tienen una “empatía utilitaria”.
- En sus relaciones interpersonales es un gran manipulador. Es una persona con un gran encanto personal -algunos incluso carismáticos-, inteligente y que utiliza la mitomanía y la seducción para atrapar a sus víctimas. La mayoría de ellos tardan mucho en ser detectados, salvo aquellos que cometen crímenes violentos.
- Pasa inadvertido y se camufla perfectamente en la sociedad porque conoce las normas y las reglas sociales (no quiere decir que las cumpla) aunque evidentemente solo las utiliza cuando le conviene. Los psicópatas marcan el ritmo de su propia vida y en muchas ocasiones la de los demás.
- Son vistos por los demás como personas encantadoras, llevan aparentemente una vida normal y minimizan el riesgo en sus actividades criminales.
RASGOS DEL SOCIÓPATA:
- Su historia vital y sus comportamientos explican gran parte de la rabia que sienten. En la gran mayoría de los casos estos sujetos han crecido y han sido educados en un ambiente de marcada tendencia antisocial donde la violencia es el medio aceptado y normalizado para solucionar conflictos.
- Tienen una ausencia menos grave de empatía y de culpabilidad, de modo que en cierta manera, pueden llegar a tener cierta conciencia o remordimientos.
- El hecho de que los sociópatas tengan cierto sentido de moralidad y de lo que es correcto e incorrecto refleja que tienen creencias sobre el mundo social, y que éstas les influyen (Baron-Cohen, 2011).
- Pueden llegar a tener lazos personales auténticos con algunas personas, normalmente su familia, o grupos muy concretos pero sólo en contextos muy específicos.
- Aunque no siente culpa por herir o lastimar a un extraño, si puede sentir remordimientos y culpa por una persona con la que comparte algún tipo de vínculo.
- Algunos de sus comportamientos antisociales disminuyen con el tiempo de modo que pueden aprender, a diferencia de los psicópatas que lo que harán es imitar y repetir actos y conductas que ven en los demás.
- Su conducta está menos organizada de modo que ante los demás puede mostrar nerviosismo, y tener ataques de ira.
- Tienden a ser más erráticos e impulsivos que los psicópatas. A diferencia de ellos la mayoría no mantienen su puesto de trabajo a largo plazo.
- Si se involucra en conductas delictivas, no lo hará de modo planificado, actuando en muchas ocasiones impulsivamente y sin sopesar bien las consecuencias de sus actos. Pueden enfadarse fácilmente dando lugar en determinadas ocasiones a estallidos de violencia.
BREIVICK. EL ASESINO MULTIPLE EN UN SOLO ACTO SOCIÓPATA
Los estudios más recientes sobre la sociopatía dan un nuevo enfoque para comprenderla. Según Jack Pemment descubrir como las creencias afectan a nuestro cerebro y a nuestro juicio moral, es una investigación crucial. El problema es que no es tan evidente ni tan sencillo demostrar que determinadas ideas pueden producir cambios en el cerebro, como pueden serlo las anormalidades cerebrales que pueden observarse en una tomografía computarizada.
Podemos observar como la s creencias de una subcultura proporcionan una moralidad y una visión del m undo que pueden llevar a un individuo a cometer un asesinato múltiple en un solo acto (asesinato en masa) como el ocurrido el 22 de julio de 2011 cuando Anders Breivick asesinó a 77 personas. Breivick escribió un manifiesto proclamando su propia versión del nacionalsocialismo, la doctrina política del partido nazi. Se vio a sí mismo como mártir por su causa considerando que esa masacre era totalmente necesaria actuando parcialmente impulsado por una ideología fanática y extremista de ultraderecha. Breivik tiene un sentido del bien y del mal, que claramente difiere de la moral de sus padres y mató sin el más mínimo remordimiento. Según Pemment, la clave para entender la sociopatía está en el poder que las ideas ejercen en el cerebro.
Para mí en la ficción, el personaje que más se acerca al sociópata es Alex DeLarge, protagonista principal de la obra de Anthony Burguess La naranja mecánica (1962) llevada después a la gran pantalla por Stanley Kubrick (1971). Alex, es un sociópata que se pelea con bandas rivales, roba, viola y asesina (una sola víctima). En determinados momentos cree que con sus acciones está haciendo un bien a la comunidad. Sabe perfectamente lo que está bien y lo que está mal puesto que las conductas antisociales que el lleva a cabo, solo las ve inadecuadas cuando las hacen los demás, pero no cuando él y sus tres amigos las llevan a cabo. Tras salir de prisión donde es sometido a un tratamiento capaz de eliminar sus instintos violentos, Alex se convierte en un civilizado ciudadano totalmente integrado en la sociedad, pero… difícilmente y en general se puede inhibir por completo el instinto agresivo en la conducta humana.
CONCLUSIONES
Las personalidades sociópatas son más numerosas, alrededor del 3-4% de la población mundial, y representan un mayor problema social reflejado en los índices y estadísticas de delincuencia y violencia de diferentes países. Sin embargo, la psicopatía viene representada por el 1% de la población, aunque es innegable que estos sujetos son mucho más peligrosos que los sociópatas. Los hay que matan a sangre fría y los hay que arruinan a cientos de familias. Como dice Vicente Garrido, el psicópata es el ser humano más peligroso del planeta.
BIBLIOGRAFÍA
- Asociación Americana de Psiquiatría, Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013. Página 363.
- Baron-Cohen, S. (2011). The science of evil. Philadelphia: Basic Books.
- Garcia-Molina, A. Phineas Gage y el enigma del córtex prefrontal. Neurología. 2012;27(6):370—375. DOI: 10.1016/j.nrl.2010.07.015
- Hare, R., y Babiek, P. (2006). Snakes in suits. New York: Harper Collins.
- Lykken, D. (1994). Las personalidades antisociales. Heder. Barcelona.
- López, M.A. El cine como herramienta ilustrativa en la enseñanza de los trastornos de la personalidad. Psicologia.com. 2009; 13 (1). Disponible en https://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/715/690
- Pemment, J., Psychopathy versus sociopathy: Why the distinction has become crucial, Aggression and Violent Behavior (2013), http://dx.doi.org/10.1016/j.avb.2013.07.001
WEBGRAFÍA
- https://elpais.com/cultura/2015/06/09/babelia/1433868641_972527.html
[1] De acuerdo con el DSM-5 el trastorno de la personalidad antisocial (grupo B) se caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, que comienza en la infancia o el principio de la adolescencia y continúa en la edad adulta.
[2] Asociación Americana de Psiquiatría. Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM 5. Arlington, VA, Asociación Americana de Psiquiatría, 2013. Página 363.
[3] David Lykken determina que la personalidad del psicópata sería la consecuencia de un subdesarrollo de la parte del cerebro que controla los impulsos y emociones.
[4] https://elpais.com/diario/2012/01/29/eps/1327822018_850215.html. Consultada 23/07/2017.
ya lo he comartido en Twitter.
Magnífico y esclarecedor
Enhorabuena
Muy buen resumen, puntual y muy necesario para comenzar a entender estos trastornos de la personalidad que usualmente confundimos y damos connotaciones erradas
Excelente,el contenido permite conocer a fondo el comportamiento y la diferencia entre el Psicópata y el Sociópata.
Ambos se manifiestan bajo la máscara de una aparente inocencia inofensiva,para más tarde explotar en un frenesí de violencia.
¿ Cuántos Socioṕatas conviven en las cárceles sin ser tratados para luego manifestarse cuando alcance la libertad ?
Si bien es difícil realizar un diagnostico diferencial de un personaje de ficción tengo la convicción de que Alex Delarge encaja más en un modelo psicopático de la personalidad que en el de un sociópata. Por eso me sorprendió cuando el capitulo 16 de Criminalmente (libro que he disfrutado y considero un referente) que se pusiera a este arquetipo como ejemplo. Entiendo que Paz Velasco tendrá sus razones, por eso me gustaría que profundizara en ellas, en cuanto a las mías y por las cuales discrepo son las que siguen:
1. Alex Delarge es totalmente incapaz de crear vínculos o empatizar con nadie, ya sea con su familia, grupo de amigos, chicas con las que se acuesta. Usa a todos de manera instrumental y cuando no se doblegan a su voluntad ejerce la manipulación, el engaño y en ultima instancia la violencia.
2. La moralidad de Delarge es inexistente. Si bien tiene teoría de la mente, como capacidad cognitiva de inferir como se sienten otros, sus deseos o sufrimiento, él no es capaz de empatizar y va más allá pues como repite en numerosas ocasiones es de su disfrute. No solo en la película si no también en la magistral novela de Anthony Burguess vemos como Alex dice de forma explicita el gozo que experimenta con la ultraviolencia, lo cual demuestra en sobradas ocasiones con su conducta. Si bien un sociópata puede llevar a cabo conductas análogas, el punto del que parte es distinto, se podría decir que su brújula moral esta trastocada, alterando su concepción de lo que es bueno o malo. Por ello puede experimentar remordimientos o empatía por lo que considera bueno dentro de su trastocada moralidad. En el caso de Alex el considera a las personas objetos y no demuestra en ningún un mínimo atisbo de empatía o remordimientos.
3. Es un manipulador patológico, por las noches es un criminal de la peor calaña y por el día se pone su careta de buen malchico. Miente a su familia y los manipula, les dice que ha encontrado trabajo y que ya no frecuenta malas compañías…
Ya sea en el libro (este añade un último capitulo en el que se aburre de la violencia si bien no se arrepiente) o en la película la tesis es la misma, un psicópata sádico que no se arrepiente de nada y que anhela con acabar con los condicionamientos de la «técnica ludovico» para poder volver a regocijarse en el sufrimiento ajeno. Por ello me gustaría que Paz Velasco se explayara en este tema para comprender por qué considera que es un sociopata Alex Delagre.