“El nivel de entretenimiento de una película no está basado en lo bueno que es el héroe, sino en lo malvado que es el villano.” William Indick
Fuente de la imagen: https://www.filmin.es/pelicula/mientras-duermes
Contiene Spoiler!
El interés por el crimen y en particular por los asesinos en serie y los psicópatas es algo omnipresente en la cultura popular. Parece que la figura del psicópata se ha puesto de moda en todo el mundo, aterrorizando a unos, fascinando a otros o despertando una inquietud intelectual para intentar comprender sus actos, pero no ha dejado indiferente a nadie. Desde hace ya varias décadas la psicopatía se ha convertido en un tema de gran interés para los espectadores de la gran pantalla y los lectores del género negro creándose una especie de atracción o incluso admiración por estos sujetos al mostrarnos sus dos caras: la seductora y la criminal.
Sin embargo debemos dejar claro que excepto en contadas ocasiones, libros y cine han mostrado y muestran psicópatas de ficción muy poco reales, a veces incluso mitificados (Hannibal Lecter) o caricaturizados (Jason Voorhees), ya que su principal objetivo es entretener al público y tener audiencia, no mostrar y enseñar a la sociedad lo que realmente es un/una psicópata. Y en la gran mayoría de las ocasiones se han olvidado y se olvidan de aquellos/as psicópatas integrados que jamás llegan a cometer un crimen. En este caso tenemos un ejemplo excepcional que aparece en la obra Las amistades peligrosas, de Pierre Chordelos de Laclos, publicada en 1782 y llevada al cine en 1988: la Marquesa de Merteuil pero… ya hablaremos en otra ocasión de ellos y ellas.
Desde el punto de vista cinematográfico, es cierto que en determinadas películas, estos depredadores sociales se acercan más a los rasgos clínicos de la psicopatía y se debe en gran parte a que están inspirados en auténticos asesinos en serie como el personaje de Buffalo Bill (El silencio de los corderos) que se inspira en tres asesinos norteamericanos: Ted Bundy, reflejado en la escena en la que se escayola un brazo para engañar y secuestrar a una de sus víctimas; Gary Heidnik conocido por tener a varias mujeres cautivas en un pozo de su casa y Ed Gein que guardaba piel de mujeres que utilizó de manera muy diversa. Películas como El silencio de los corderos (1991), Seven (1995), American Psycho (2000), Hard Candy (2005) o Funny Games (2007) han hecho que además de distorsionar la realidad de la psicopatía, hayan puesto de moda a un depredador que debería atemorizarnos y no entretenernos y que en ocasiones incluso llegamos a admirar.
Es a partir del año 2000 (aunque existen algunas excepciones anteriores) cuando podemos ver en el cine al psicópata más real desde un punto de vista clínico con caracterizaciones más psicopatológicas como la falta de empatía, la crueldad, la inmunidad emocional, la ausencia de remordimientos y de culpa, la habilidad para manipular y seducir a las personas de su entorno y su letal y despiadada sangre fría. En las últimas décadas muchos directores de cine han copiado modus operandi e incluso firmas, de asesinos seriales de la historia criminal para acercarse y mostrar de un modo más realista la psicopatía de sus personajes de ficción. Jerome Henry Brudos, se hizo pasar por policía para abordar a una de sus víctimas. Tras violarla y estrangularla, la insertó cables con corriente en el tórax para hacerla bailar como si fuera una marioneta. En la película Cazadores de Mentes (2004) sale una escena inspirada en este crimen ocurrido en 1969. Paul Bernardo cuando violaba a sus víctimas, les susurraba “dime que me amas”, conducta que se ve reflejada en la película El coleccionista de amantes (1997).
De modo que solo algunos de esos personajes de ficción del cine y del noir literario pueden mostrar (y enseñar) a la sociedad, la psicopatía, a psicópatas reales altamente peligrosos, pero magníficamente camuflados entre nosotros. No voy a hablar de cine ni de libros americanos o europeos, porque en España el psicópata queda muy bien definido y representado en algunas de nuestras películas y novelas negras. Lo que si es cierto, es que la realidad… siempre supera a la ficción.
Bosco Herranz[1]
Bosco es un joven estudiante de Ciencias de la Información, atractivo, con don de gentes, seductor y con un encanto muy especial, sobre todo para las mujeres. Sin embargo, tras esa fachada casi angelical, se esconde un psicópata sádico y letal del que ninguna víctima ha escapado. Sus armas son su atractivo físico, una cámara de vídeo y diferentes instrumentos de tortura. Amenabar retrata al psicópata camaleónico perfectamente integrado en la sociedad y del que nunca sospecharías. Sin embargo si te mira y le miras, tú serás la elegida. Tú serás la siguiente.
César[2]
Estamos ante un sujeto malvado pero para los demás solo es un tipo corriente, que pasa totalmente desapercibido. Portero de profesión, controla las vidas de los inquilinos y propietarios del edificio donde trabaja, aunque tiene una enfermiza obsesión: Clara. César nació con la incapacidad de ser feliz y su única razón para respirar cada día cuando abre los ojos es hacer la vida imposible a aquellos que sí son felices. A través de su trabajo conoce los puntos débiles de los demás, sus rutinas y algunos secretos. Y… César disfruta inmensamente provocando dolor a su alrededor de una manera perturbadora y que solo una persona conoce: su propia madre enferma en una cama de hospital a la que le cuenta cada una de sus acciones, sin que ella pueda articular ni una sola palabra.
Adrian Doria[3]
Empresario tecnológico de éxito con una doble vida, que no duda en hacer lo que sea necesario para mantener su familia, su status y el poder del que goza. Es manipulador, emocionalmente frio, frívolo, dispuesto a cualquier cosa por mantenerse en lo alto. Acusado de asesinato, contrata a la mejor abogada penalista y preparadora de testigos del país, para que en una sola noche encuentre una duda razonable que evite que vaya a prisión. Doria muestra los rasgos psicopáticos de los hombres con poder social y económico.
En cuanto a novela negra, estas son sin duda, mis favoritas. Dos personajes que te dejaran sin aliento cuando descubras quienes aparentan ser y quienes son en realidad: un psicópata y un sociópata.
El Artista[4]
Es seguramente, la primera novela negra española que nos presenta de modo meticuloso y minucioso un perfil criminal de un psicópata de “manual”. Estamos ante un asesino en serie muy real y descrito hasta el más mínimo detalle: despiadado, se oculta a la perfección en la sociedad, seductor, inteligente, con un buen puesto de trabajo, narcisista, con una ausencia total de empatía y con un único objetivo: mostrar al mundo que su obra, es muchísimo mejor que la de otros pintores, escritores y músicos… porque en ella las protagonistas son mujeres de verdad ya que escenifica sus crímenes imitando famosas obras de arte o literarias.
Dado que la escena del crimen, según veo en las fotos, aspira a reproducir la obra de Millais, está claro que nuestro asesino quiere reproducir una obra de arte… aunque.., en realidad me temo que no quiere reproducir, sino crear, hacer algo infinitamente más poderoso e impresionante que el cuadro. Valentina, este tipo es un artista, y quiere ser, por encima de todo, alguien que cambie el Arte para siempre. Es el Artista, en mayúsculas. Y su materia prima es el asesinato. (Crímenes exquisitos, página 131)
Augusto Ledesma[5].
Augusto, diseñador gráfico y experto en documentoscopia es el fiel reflejo del sociópata narcisista, culto y melómano que deja un rastro de muerte en diferentes países, simplemente para saciar su necesidad de notoriedad y reconocimiento. Deja mensajes en sus víctimas desafiando a los investigadores, tal y como hicieron asesinos en serie reales. Augusto deja largos poemas en los cuerpos de sus víctimas, escucha música relacionada con sus crímenes y tiene un claro objetivo que termina logrando.
Esta selección, es personal, pero si leéis a Robert Hare[1] y tenéis delante un PCL-R os daréis cuenta que estos personajes de ficción, cumplen la gran mayoría de sus ítems. Lo terrible y a la vez fascinante de estos sujetos, es su apariencia humana al 100%. Cualquiera de ellos podría ser tu vecino, el chico que ves cada día en la biblioteca, tu pareja, tu compañero de trabajo o tu jefe. Tú puedes ser simplemente un peón en su partida de ajedrez, y estos son 5 ejemplos fieles y ajustados a la realidad para que los neófitos puedan aprender algunos de los rasgos de la psicopatía. Desconfiad de los que nos rodean, porque los psicópatas y los sociópatas son los más difíciles de detectar.
[1] Podéis encontrar esta tabla y más información en mi libro Criminal-mente (Ariel, 2018).
[1] Tesis, 1996 del director Alejandro Amenabar.
[2] Mientras duermes, 2011 del director Jaume Balagueró
[3] Contratiempo, 2016 del director Oriol Paulo.
[4] Crímenes exquisitos, 2012 y Martyrium, 2013 de Nieves Abarca y Vicente Garrido.
[5] Memento Mori, 2013; Dies Irae, 2013; Consummatum est, 2014.Trilogía Versos, canciones y trocitos de carne de César Pérez Gellida.
No me había planteado hasta ahora el tema de la Marquesa de Merteuil en Las Amistades Peligrosas. Interesante. Magnífico post.