«A los vivos les debemos respeto, pero a los muertos les debemos la verdad». Voltaire
El 5 de junio de 2013, era detenido el cabo de la Guardia Civil Raúl Romero, acusado de la muerte de su esposa acaecida el día 10 de marzo del mismo año. Desde entonces ha estado en prisión y los nueve integrantes del jurado han decidido tras el juicio que comenzó el 8 de junio de 2015 que es culpable de asesinato con agravante de parentesco. La fiscalía solicitaba una pena de 20 años por asesinato, mientras que la defensa aseguraba que Sonia Esteban, su esposa, se suicidó. La conclusión de la autopsia psicológica realizada por la Sección de Análisis de la Conducta de la Policía Judicial es la siguiente: “La muerte de Sonia Esteban no parece presentar los caracteres propios de la etiología suicida, por lo que la misma podría ser compatible con unos hechos de tipo homicida con apariencia de suicidio”. Entre sus argumentaciones destacan el hecho de que la víctima había organizado eventos futuros, tenía un carácter fuerte y vital y además si hubiera tenido un ánimo suicida hubiera procurado que su hija de tres años no estuviera presente en el mismo lugar. El asesino, disparó en la sien derecha a su mujer mientras dormía con su arma reglamentaria, se lavó las manos y llamó al 112 comunicando que su mujer se había suicidado.
En este caso, aunque a primera vista parecía un suicido y su esposo se encargó de simular la escena del crimen, la investigación ha sido concluyente: asesinato.
La autopsia psicológica es un “modelo de investigación retrospectivo e indirecto de un sujeto fallecido por causas dudosas y que podrían estar señalando la presencia de un posible delito” (Zeledón, 2005). La investigación de una muerte de origen dudoso es uno de los trabajos más exigentes y los profesionales que lo llevan a cabo necesitan mucha información sobre la víctima y todas aquellas circunstancias que rodean su desaparición, antes de que puedan emitir una opinión. El conocimiento acerca de la personalidad y del comportamiento de la víctima es fundamental para realizar este análisis. El objetivo de dicha investigación criminal no es en ningún momento probar cual es la causa de la muerte, sino determinar el ORIGEN de la muerte: si se trata de un homicidio, un asesinato, un suicidio, un accidente o una muerte natural. Podemos decir entonces que la autopsia psicológica es una CONSTRUCCIÓN RETROSPECTIVA de la vida de la víctima para entender el origen de su muerte. Se utiliza para determinar cuál era el estado de ánimo de la víctima, su tipo de personalidad, que estilo de vida llevaba, que hábitos tenía y la historia de su muerte.
Esta reconstrucción de la vida de la víctima fallecida, trata de esclarecer el ORIGEN de esa muerte dudosa y principalmente cual ha sido el móvil en aquellos casos en los que los elementos de investigación no son totalmente claros. Este modelo investigativo se empezó a desarrollar en los años sesenta en Estados Unidos y surgió de la necesidad de identificar el “qué, cómo y porqué” de las muertes dudosas. Este proceso requiere una gran inversión de tiempo y recursos, y esto es debido a que la investigación tiene dos momentos: el primero, se refiere al momento en que ocurren los hechos y el segundo a la investigación de la vida de la víctima.
La autopsia psicológica se nutre de dos fuentes de información: la documental y las entrevistas a “informantes clave”. La documental incluye todo aquello que derive de la investigación policial o judicial (peritajes, informes policiales, inspección ocular, informes médico-legales) y toda la documental relativa a la persona fallecida: informes laborales, escolares, universitarios, médicos, penales, fotografías, diarios, objetos personales, cartas, mails, mensajes en RRSS, libros, etc. La segunda fuente se refiere a las entrevistas realizadas a amigos, pareja, esposo, familiares, compañeros de trabajo, compañeros de estudios etc. Es muy importante que estos puedan dar información útil de la vida que llevaba esa persona en diferentes ámbitos: su historia vital, las relaciones con su familia, sus relaciones sentimentales, enfermedades físicas o psíquicas, hábitos y costumbres, su relación con el alcohol y las drogas, su satisfacción laboral, sus reacciones ante el estrés, sus relaciones de amistad etc. La finalidad es determinar que había en la mente de esa persona en el momento de enfrentarse a la muerte.
Además se ha de analizar e interpretar todo lo que se halle en la escena del crimen y en la propia víctima, para determinar la actuación del agresor antes, durante y después del hecho delictivo. Se deben tener en cuenta aspectos tales como la posición de la víctima, si esta ha sido trasladada de un lugar a otro, las huellas que se han dejado en la víctima como heridas, mutilaciones, si ha habido agresión sexual, que arma se ha utilizado, etc.
Como parte de la investigación criminal la autopsia psicológica también logra establecer el círculo de sospechosos en los homicidios de autor desconocido. Al hacer una caracterización de la víctima con sus conflictos, su estilo de vida, sus actividades rutinarias se ofrece a los investigadores elementos de probabilidad en cuanto a “posibles” autores que pudieran tener interés en vincularse a esa víctima.
Hay dos tipos de autopsia psicológica: la autopsia psicológica por suicidio (APS) que sirve para identificar qué factores de tipo psico-social han contribuido a llevar a cabo la conducta suicida y que se lleva a cabo cuando de modo inequívoco la causa de la muerte ha sido el suicidio y la autopsia psicológica por muerte sospechosa (APMS) que se realiza cuando la causa de la muerte no está clara.
¿Cuáles son los objetivos de la autopsia psicológica?
Una de las publicaciones más importantes relativas a la autopsia psicológica se la debemos a B.W. Ebert quien publicó en 1987 un artículo titulado “Guía para conducir una autopsia psicológica”. Según este autor la autopsia psicológica sirve para cuatro fines:
1.- Clarificar una muerte equívoca: este primer objetivo es el más importante. Ha de quedar claro que lo que se investiga es el origen de esa muerte dudosa. Imaginemos a un submarinista que se queda sin oxigeno bajo el agua y muere. La causa está clara: asfixia. Preguntémonos: ¿esa muerte ha sido provocada por el mal funcionamiento de la botella de oxígeno? (muerte accidental); ¿alguien la manipulo? (homicidio); ¿quiso suicidarse y manipulo el mismo la botella estando a 40 metros de profundidad?
2.- Determinar porque la muerte ocurrió en ese momento determinado: evaluar el tiempo en que ocurre una muerte es muy útil para identificar que conducta influyó en la decisión de una persona para morir en los casos de muerte natural, accidente, suicidio u homicidio (NASH). En la serie The Shield, un agente de policía se auto reprocha su condición sexual la cual no acepta. Esta situación hace que se enfrente a un delincuente armado sin chaleco el cual le apunta con su arma. El policía le increpa ¡“vamos, dispara”!. Si este agente hubiera fallecido tendríamos que prestar atención al momento de su muerte. Evidentemente la causa hubiera sido el disparo, por lo tanto estaríamos ante un homicidio, pero un homicidio buscado por el policía de modo que el origen real de la muerte sería un suicidio: el policía estaba buscando a un sujeto que lo matara.
3.- Predecir el suicidio: En la actualidad, esta la línea de investigación es la más explotada. Esta es la línea de investigación más explotada por los profesionales criminólogos y no criminólogos. Muchos estudios demuestran que los suicidas que han tenido éxito padecían algún tipo de enfermedad mental. De lo que se trata es de obtener información suficiente, estudiar y evaluar esos datos con el fin de prevenir los suicidios. Se han de analizar y estudiar las notas escritas, los comentarios hechos a diferentes personas antes del hecho, la salud física y mental de esa persona, etc.
4.- El empleo como estrategia terapéutica: es muy útil para aquellas personas que tras un intento de suicidio sobreviven. El conocer que les llevó a intentar matarse es un elemento terapéutico importante ya que esas personas necesitan y quieren hablar de lo que hicieron, porque lo hicieron y que sienten tras haber sobrevivido.
La víctima nos cuenta una historia. Debemos saber leerla, porque tras su muerte se le debe hacer justicia en aquellos casos en los que esa persona no decidió morir. Alguien le quitó la vida, y no se conformó solo con ello, sino que además intenta hacer ver a sus familiares y amigos que fue una decisión suya o que fue un accidente. Esa víctima tiene derecho a que los demás no la recuerden como una suicida o una alcohólica o una depresiva. En el caso de Sonia Esteban, una mujer vital, trabajadora y entusiasmada con la vida, se ha demostrado que su intención era seguir viviendo, pero no junto a la persona que la asesinó.
BIBLIOGRAFÍA:
- Torres Vicent, Rodrigo I. Autopsia psicológica. Evaluación crítica y su aplicabilidad en el ámbito forense. Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 17, año 2007. Páginas 111-130. ISSN: 1133-0740.
- Burgos Mata, Alvaro. La Autopsia psicológica.
- Garrido, V. (2012).Perfiles criminales: Un recorrido por el lado oscuro del ser humano (66-76 ed.). Barcelona: Ariel.
- Esbec Rodríguez, Enrique, Delgado Bueno, Santiago y Rodríguez Pulido, Francisco. (1994). “La investigación retrospectiva de la mente: la Autopsia Psicológica y su interés en psiquiatría forense.” En Delgado Bueno, Santiago. (Dir.), Psiquiatría legal y forense. Madrid: Colex, pp. 1498-1518.
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